Hola yo de nuevo. Pues ya adoptando a Benja, el siguió frecuentando el
barrio donde creció. Mi esposo y yo lo llevábamos seguido para que conviviera
con la gente que ya conocía por esos rumbos. Sin embargo, aquí entra a nuestra vida
Ramiro. Por alguna razón se llevaba de maravilla con Benja, aunque tenían
diferentes edades. Benja ya andaba en el decimocuarto y Ramiro en la
decimoprimera. Pero tenían química y eran inseparables.
Ramiro era demasiado bajito para su edad, no era enano, simplemente era muy
bajo. Se volvieron tan amigos que Benja comenzó a invitarlo a jugar en la casa,
incluso en ocasiones dormir. No había problemas pues el chico era huérfano y lo
creció una tía que trabajaba. Mi esposo tambien se le ocurrió adoptarlo, pero
afortunadamente la tía no quiso. Permitió que lo cuidáramos y ayudar, pero
tanto como adoptar no.
En fin. Un día la tía tuvo que viajar por salud de su madre y nos dejó
encargado a Ramiro por tres semanas. Benja feliz por que tenía a su amiguito en
casa. Sucedió que una noche mi esposo no llegaba y eran ya la una de la mañana.
Le llamaba por el celular y no contestaba. Si me preocupé que me salí a la sala
a esperarlo. Se que Benja a esa hora duerme, por lo que salí en calzones y bata
como duermo normalmente. Estaba en mi celular viendo videos, cuando me doy
cuenta que Benja había despertado y se acercó a la sala. Lo regañé pues al día
siguiente había escuela, pero me dijo que andaba cachondo y no podía dormir. Yo
andaba acostada de ladito, por lo que se me quedó viéndome el culo, se agachó y
comenzó a besarme las nalgas. Yo tambien me puse cachonda, le dije —solo estate
atento si llega tu papá en el estacionamiento de afuera. —Mientras se lo decía,
me fui bajando el calzón y el lamiándome al agujero del culo, metiendo su lengüita
y bajando hasta mi panocha.
Como estaba preocupada que mi esposo llegue en cualquier momento, le dije
que me la metiera de una vez. Asi de ladito acostada, el se acomodo subiendo
una rodilla en el sofá, poniéndome un cojín abajo para subirme el culo y
comenzó a meterme la verga en la vagina. Yo de si bebé, coje a mami, dale
lechita.
Estaba gimiendo y el nalgueándome. Estaba tan caliente, que me olvide que
Ramiro estaba en el cuarto de mi hijo durmiendo. Y como si mi esposo esperara a
que la este pasando bien para llegar, pues estábamos en la mitad cuando escuchamos
el coche estacionarse enfrente. Tuvimos que detenernos, yo ir en mi cuarto y mi
hijo adoptivo en el suyo. Según mi esposo se le descargo el celular y andaba en
una junta, decidí creerle jajaja.
Al día siguiente Ramirito viendo mucho mientras desayunaba. Ahí intuí que obviamente
nos había escuchado coger a Benja y a mí. Desde ese día el chico comenzó como a
estar calladito conmigo, cuando antes platicaba mucho. Estaba mas como apenado
o algo por el estilo.
Fue un día que mi esposo y yo nos enojamos por equis cosa que no recuerdo.
Yo decidí salir a dormir en la sala, por que el es de esas personas que, si no
es en su cama, no duerme bien. Hasta eso, muy enojada pero considerada. Como
andaba bien molesta, me puse a ver la tv en volumen bajo hasta que me llegara
el sueño. Entonces veo a Ramirito salir rumbo al baño, cuando ya iba de regreso
a su cuarto lo llamé. El se me acercó le dije que se sentara un momento a
acompañarme.
Aproveché para preguntarle que escucho aquella noche. Me dijo que nada,
pero nervioso. Fui franca, le dije que sabía que había escuchado todo y le pedí
no decir nada. El lo acepto, prometiendo que iba a quedar callado. Para eso yo
me destape quitando la sabana de encima de mí, andaba en calzones y playera. El
me vio el culo, le pregunté, —¿quieres verme el culote? —Me dijo que si, al
mismo tiempo que me bajaba el calzón y me acostaba de lado con las nalgas casi
pegadas a él. El no dejaba de vérmelo, eso me prendía, le dije —puedes tocarlo
si quieres. —comenzó a pasar el dedo acariciando el hoyito y tocando un poco de
mi vagina.
Fui sacando mucha de mi saliva en la mano, y la derramé entre mis nalgas diciéndole,
mete un dedo. El muy obediente, despacito comenzó a meter su dedo índice en el
culo. Y yo de si, asi bebé, ve dilatándome el culo con ese dedo. El me pregunto
que es dilatar jajaja, solo le dije —dejármelo ancho.
Me excité cuando recordé que mi esposo y Benja dormían en los cuartos. Ramirito
con otro dedo acariciándome la panocha que estaba babosa. Hasta sonaba rico con
lo húmeda que estaba. Le dije que metiera ahora dos dedos y metió tambien el
dedo medio. El chico entretenido, mientras me metia los dedos con una mano, con
los dedos de la otra me acariciaba la panocha. Luego tres dedos, sumando el
anular. Ya no aguantaba más, tomando el riesgo le dije que se sacara la verga.
Bajó su short, la tenia bien parada y mojada. Le dije que me la metiera en el
culo. Que rico se sintió cuando fue metiéndomela, tuve que guiarlo con la mano
por que no le atinaba.
Pero cuando al fin la tenía dentro, comencé a apretar el culo para
succionarlo. Yo ya en posición de perrita. El descansando sus manos en mis nalgas
mientras me cogia el culote. Y yo susurrando bajito, de —asi Ramirito, siento
como palpita tu verga en mi culo bebé.
Yo mordía el cojín para no gritar. Ramirito ya sudando apretándome las
nalgas moviendo como loco su verga dentro de mi culo. Le dije que se detenga,
me volteé a limpiarle la verga con unas toallas húmedas, luego a chupársela un
poco. El acariciándome el cabello mientras me miraba mamársela.
Me puse de nuevo en cuatro diciéndole —¡Ahora pruébame la panocha! —Se
agachó y comenzó a comérmela. Yo con mis gemiditos, no aguante mucho, le dije —méteme
tu verga en mi conchita. Ahí si no tuve que guiarla, solito el pene busco la
cueva. Primero sentí que choco en la zona entre la panocha y el culo, pero
conforme fue empujando fue bajando entrando en mi vagina.
Yo disfrutando la verga de Ramirito. Me moje bien rico sintiendo un rico
orgasmo que hasta casi rompo el cojín cuando jalé la tela con los dientes.
Ramirito se recostó sobre mi espalda para agarrarme las tetas mientras seguía bombeándome
la panocha. Hasta que al fin sentí su leche explotando adentro.
El pobre hasta se convulsionó y si dio un gritito de —¡haaaay! —jajaj es en
serio, eso dijo. Le dije que se limpie con toallitas húmedas y se fuera a
dormir. Tuve que limpiar luego recostarme. Mi esposo bien dormido, ni enterado
que me cogieron en la sala.
En la mañana apenas se fue mi esposo. Desayunábamos Benja, Ramiro y yo y
comente —¿te gusto la cogida de la madrugada? —Benja asombrado preguntó —¿cogieron?
—jajaja y les abro las piernas. Traía una falda, pero sin calzón. Le dije a
Ramirito que meta su cabeza para comerme la panocha. Hasta con una cuchara
agarre leche del cereal y la derramé en mi cosita. Ramiro se agachó bajo la
mesa y comenzó a lamerme.
Al mismo tiempo me quitaba la blusa diciéndoles —Mis bebés, hoy quiero que
me hagan sentir lo puta que soy. —Y Benja se me acercó a chuparme las tetas. Yo
sentada, uno comiéndome la panocha y otro comiéndome los pezones, fue un rico
placer que sentí.
Fuimos al cuarto donde dormían ellos. En la cama de Benja nos desnudamos y
comenzamos a comernos nuestras cosas. Yo chupándosela a Benja, y Ramiro a mi.
Luego Benja comenzó a cogerme con mis piernas en sus hombros, mientras Ramiro
me daba su verga en la cara para comérsela.
Pues todo el tiempo que estuvo Ramiro ahí, cogimos cuando mi esposo no
estaba. Lo mas excitante, un día de esos le hice la discusión a mi esposo por
una tontería, para tener pretexto de ir a la sala a dormir. Esa noche entre los
dos chicos me cogieron en la sala. Hasta una doble penetración hicimos, donde
me bombearon culo u panocha. Aunque luego ya no le seguimos, por que apenas se habían
ido a su cuarto, cuando mi esposo salió al baño. De mucha suerte no salió antes
o nos hubiera visto. Y pues pensé, muy rica la adrenalina, pero tampoco hay que
tentar tanto al diablo. Mejor solo coger cuando mi esposo no estaba.
Desde ese dia, Ramirito se sumó a las cogidas. Siempre que viene a la casa,
me penetra hasta el culo.
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