Soy Sara. Fijense que como Ana Julia y un par de chicas que cuentas sus
historias con sus hijos, yo estoy en las mismas. No tengo el gusto de
conocerlas en persona, todo es por redes por que vivo en otra ciudad. Pero
buscando en la red información sobre relaciones incestuosas, di con el blog.
En fin, les cuento mi situación. Admito que yo soy muy dependiente de los
hombres, casi no duro mucho sin una pareja, aunque tampoco duro mucho con
ellos. Yo soy madre soltera, el papá de mi hijo es el esposo de una tía, él es
20 años mayor. Desde ahí comenzamos mal
jajaja. Pues él me embarazó, pero nadie sabe que él es el papá. Igual solo fue
producto de sexo casual. Pero aun asi en secreto me pasa mensualidad y de vez
en cuando me coge.
Yo considero que siempre fui buena madre, nunca fui una madre ausente. Creo
que el problema fue que le puse demasiada atención. Todo siempre ha sido el y
yo nada más. Las vacaciones, ir al cine, la playa etc. Pero él se volvió un
hijo celoso, aun era pequeño cuando me regañaba. Por ejemplo, a mí me gusta
estar sexy, a veces en la calle gritaban ¡mi hijo, puedo ser buen padrastro! El
se enojaba y me decía que por vestirme asi. Yo me reía, más porque era tierno
verlo hablar como señor grande.
Nunca llevé a ningún novio a la casa, por que el se ponía groserísimo, a
uno hasta le dio una patada. Igual por eso me dejaban jajaja decían que tengo
un hijo malcriado. En las fiestas familiares solo bailaba con mi hijo. Mi mamá
ya lo veía raro desde entonces, de verme bailando solo con mi hijo.
Igual yo tenía la manía de cuando veíamos tv, poner mis piernas sobre la
suya. El acariciándolas, pero hasta ahí sin morbo. Eso si muchos accidentes, como,
por ejemplo; En mi ciudad hace un calor de la chingada. Mi hijo estudiaba en la
tarde y despertaba siempre como las 11am. Yo confiada 9am pensando que el
dormía, me bañaba con la puerta del baño abierto, por que hace un calor dentro.
Y ahí me tienen secándome, yo empinada y el asomándose despertando jajaj y me
regaña ¡por qué no cierras la puerta! y yo cerraba de inmediato. Hasta ahí, salía y como si nada pasó.
Igual cuando en bikini en una playa, me incliné y se reventó. El me tapo rápido
para que nadie me viera, pero en la tapada el quedo viéndome el culo. Por eso y
mas cosas nos tenemos confianza. Tanto que el anda en bóxer por la casa y yo en
calzones. Mas cuando es día de lavar, el me ayuda.
Pero llegó la pandemia y prácticamente quedé encerrada con mi hijo. En ese
año no lo inscribí a la escuela, ya iba a entrar a la secundaria, pero ya no
pudo. Y yo pues trabajaba en casa, y los primeros meses todo normal.
Pero ya conforme pasaba el tiempo, tanto mi hijo como yo comenzamos a
desesperarnos. Mi hijo pues pre-puberto virgen sin poder salir ni en la
esquina. Y yo sin pareja, meses de no ser cogida mas que masturbadas nocturnas,
pero no era lo mismo.
Y pues yo andando en calzones. Había como tensión del encierro. Ahí noté
que mi hijo me miraba las nalgas cuando pasaba. Y en vez de enojarme, acepto
que me excite un poco. Pero yo sabía que estaba mal, por eso comencé a ponerme
shorts, ya no andaba en calzones asi nada más.
Pues fue en un día de lavado. Como les comenté lo hacemos juntos. Juntamos
toda la ropa sucia, la seleccionamos. Y pues la costumbre, quitarnos la mayoría
de ropa para que entre en el lavado. Ese día si me volví a quedar en calzones y
en un top. Luego a mi hijo, tal vez por la ansiedad, dijo ¡hay mucho calor! Y comenzó
a mojarse la cabeza con la manguera mientras llenaba la lavadora. Lo regañé por
que me estaba encharcando todo el piso.
Luego me puse en cuatro para ir levantando la ropa que teníamos en el
suelo, seleccionándola. Y siento el chorro de agua en la espalda, el carcajeándose
de ¡mamá ya báñate! Pero el calzón que traía, era algo viejo y sencillo. Al
mojarse se me pegó y se transparentó mostrando culo y panocha.
Al querer ponerme de pie me resbalé por el agua y caí de lado. Mi hijo riéndose,
le dije, creo que me lastime, ayúdame. Pero si soy algo pesada, al querer
ayudarme lo jalé y nos caímos los dos. Al ponernos de pie, yo la forma mas fácil,
pues es ir a gatas a la pared y ahí apoyarme. Asi andaba, a gatas, cuando el se
me sube encima y hace que caiga de nuevo al suelo boca abajo. El encima diciéndome,
¡a ver si puedes levantarte te reto! Yo me carcajeaba, le dije eres bien
flaquito, ahora te lanzo de un jalón.
Por el agua fluyendo en el suelo por la manguera abierta no podía, me
resbalaba. El seguía encima, pero sentí que estaba restregándose en mis nalgas.
Pensé que era mi imaginación, Pero luego sentí su verga parada en su boxer. Me
quedé pensativa ¿lo ando imaginando o si esta parada? Pero me quede quieta en
silencio. Y si, seguía restregándome su verga, me quedé solo sintiéndola, igual
necesitaba verga.
No se si por el encierro, pero ya sin pensarlo estábamos ahí sin decir
nada, solo sintiendo. Luego creo que el lo razonó, se detuvo, pero yo le dije ¡síguele
rey, termina de desahogarte!
El me sonrió y volvió a estar untándose en mis nalgas. Ya excitada, le dije
¡asi mi rey! ¿te gusta las nalgas de mamá? Y comencé a bajarme el calzón. Por la
posición solo lo baje hasta media nalga, pero el hizo lo demás, bajándomela hasta
bajo el culo. Tambien se bajó el boxer y siguió untándose, su verga libre
contra mi culo libre.
Pero a mí me volvió a la realidad el agua jaja. Ya se estaba inundando
todo, le dije que parara. Me obedeció. Con mucho esfuerzo me puse de pie, mas
con el calzón abajo. Caminé a la manguera y la cerré. Ahí sentí la cara de mi hijo
entrando entre mis nalgas, ¡me gusta tu culo mamá! Me dijo mientras lamiaba mi
culote. Le dije que se acueste sobre las ropas mojadas en el suelo jajaj, lo
hizo y me acomode para darle un 69.
Su verga apestosa jajaja, le baje el pellejito, todo sucio, le dije mi
amor, lávate bien ahí. Pero el chupándome el culo y la panocha. Pues es mi
niño, mi rey, no me dio asco y me metí su verga a la boca. Estábamos excitadísimos,
ahora si que borrachos de placer jajaj.
Fui yo quien, me incorpore y me baje para clavarme en su verga, dándole la
espalda. La primera panocha que sentía mi hijo, era la mía. No tarde en estarme
clavando y gritando ¡asi mi rey, cógete a mamá! Me excité tanto que me excedí,
comencé a clavarme como loca que hice que se venga dentro.
El me apretó las nalgas y estiró los pies. Lo mire preguntándole ¿te gustó?
me dijo que sí. Fíjense que fui por un cigarrito y me puse a fumar y el se puso
su bóxer y siguió lavando. Los dos estuvimos en silencio, solo haciendo el
deber de lavar. Hablamos muy poco el resto del día.
Al día siguiente lo mismo. Pero al tercer día ya platicamos, pero de otras
cosas. De sus amigos de los juegos que le gustan. Y fíjense que conforme
pasaron los dias volvió el trato madre hijo. Ya no tan celoso como antes, digamos
una relación normal. Eso paso en el 2020 y hasta la fecha, inicios de 2024, no
hemos ni siquiera mencionado lo sucedido, hacemos como que nunca pasó eso. No
nos distanciamos, lo único diferente es pues que ya no ando en calzones, ya no
lavamos la ropa junta, cada quien lava la suya en dias distintos. En lo demás es
igual, salimos juntos de viaje, vamos al cine, soy una mamá normal. Solo de vez
en cuando me pongo a pensar que cogí con mi hijo una vez, pero fue suficiente,
y ya luego me digo a mi misma ¡piensa en otra cosa! Jajaja y ya paso a lo
siguiente.