Hola yo de nuevo. Les contaré más anécdota de Benjamincito mi actual hijo
adoptivo. Pues esta historia se remonta a cuando él tenía 12 años. Si leyeron
la historia pasada, todavía no lo habíamos adoptado. Para eso, con ayuda de las
clases especiales ya se había posicionado en sexto grado de primaria. Un poco distraído,
por cierto, seguíamos cogiendo bien rico, y adjudique su distracción al sexo, diciéndole
que, si no sacaba buenas calificaciones, le iba a dejar de dar mi panochita. Pero
no era yo el problema si no él. Como les había comentado, el a su edad era un
chico muy despierto, para no decir pervertido. Ojo, eso desde antes que lo
conociera, yo no tuve nada que ver.
Su papá me autorizó a mi como tutora. Una vez me llamaron, por que le dijo
a una de sus compañeritas que le preste el culo. Se hizo un escándalo, pero, en
fin, se solucionó. Entonces mi esposo dijo que Benja, necesitaba convivir con
chicos de su edad. Cuando mi esposo invitaba a la casa a Benja, llamaba tambien
a dos vecinitos nuestros, de 11 y 12. Los tres se volvieron casi inseparables,
al menos por una semana.
A mi esposo se le ocurrió organizar un fin de semana en el campo. Invitó a los
dos amiguitos de Benja y como estaban peques, invitó a su mamá y su papá. Dicho
sea de paso, el papá muy amigo de mi esposo.
Lamentablemente la mamá no quiso ir, es de esas señoras que tienen achaques
y dolores constantes. Por lo que solo fue el papá. Mi lindo esposo no nos avisó
que el lugar donde íbamos, estaba bajo monte. Para colmo, iniciamos el viaje a
las 4 de la madrugada, todo oscuro. Según él por el horario distinto y llegar
amaneciendo. No se si solo mi esposo tiene esa manía, o es cosa de hombres. De
querer siempre llegar amaneciendo.
Durante el camino, mi esposo manejando y su amigo de copiloto platicaban
cosas del trabajo. Yo me senté atrás, justo de mi esposo, Benja a lado y los
dos chicos después. Yo llevaba un bolso en mis piernas, andaba con una falda.
Benja comienza a acariciarme la pierna, yo haciéndole caras de que se ponga
quieto. Se acomoda con su cabeza en mi hombro, como descansando. Incluso el
amigo de mi esposo, volteo y sonrió como diciendo que ternura. Pero por el
bolso en mis piernas y tambien que estaba oscuro, no vio que la mano de Benja
estaba en mis piernas, acariciándome. Luego metió la mano bajo mi falda y me
acaricio la concha sobre la pantaleta. Con eso me calentó, afortunadamente estaba
frio con el aire acondicionado del coche, que jalé una cobija que teníamos para
taparnos por debajo. Mi esposo y su amigo ni en cuenta, ellos en su chisme. Benja
hizo un lado mi calzón y andaba jugueteando con mi panochita húmeda. Yo quería
su verguita, pero teníamos que conformarnos con eso. Bajo la cobija, le saqué
su verga sobre el pantalón y comencé a acariciarlo despacito. Me di cuenta que
ese morbo, me tenia empapada. Como tenia una blusa escotada, Benja se emocionó
que me sacó una chichi y comenzó a chupar. Rápido la metí y lo regañe con los
ojos, la mirada asesina jajaj. Afortunadamente ni mi esposo y su amigo se
dieron cuenta de esa acción. Mire a sus dos amiguitos, los chamaquitos bien
dormidos. Pero mejor le paramos, por que sus dedos entrando, jugando con mi clítoris,
estaba a punto de hacerme gemir. Tampoco quería correrme en el coche con mi
esposo y su amigo ahí, obviamente se iban a dar cuenta.
Benja insistiendo, pero cerré mis piernas y casi a fuerzas le cambié el
lugar jajaj, quedándome yo justo en medio de los sillones del conductor y
copiloto, y me incliné a platicar con mi esposo y su amigo.
Como decía mi abuelo, El diablo es astuto, acomoda todo para que peques. Ya
que el coche comenzó a fallar Justo a media hora del lugar. Pues ya había amanecido,
mi esposo y su amigo revisaron, al parecer era algo de una manguera de no sé qué.
Donde íbamos era un lugar como cabañas, por lo que no encontrarían como
solucionar el problema. Por lo que mi esposo optó por regresas a un poblado que
habíamos pasado, donde vio talleres mecánicos. Primero espero por si pasaba
alguien para pedir aventón, pero nadie pasaba. Pues decidió ir adelantando
camino a pie. Y pues mi esposo es celoso jaja, pudo mandar a su amigo o irse solo.
Pero la primera opción le daba pena hacerlo y la segunda, no quería dejarme
sola con un hombre maduro y que sabe que es mujeriego. Por lo que le pidió a su
amigo que vayan los dos. Si le dije que me daba miedo quedarme sola, pero me
dijo que ya había ido muchas veces con sus papas y que era una zona segura. Y
de broma dice, —Además tienes a tres hombresotes que te cuidan. Y yo pues, bueno
a esperar en el coche.
Ya a solas con Benja y sus dos amiguitos. Pues me senté atrás, uno de los
chicos se sentó adelante a jugar con un videojuego, el otro atrás junto a la
otra ventana y Benja a mi lado. Yo me relajé, quería echar una siesta. Pero
Benja mi agarra la pierna, yo me sorprendí no pensé que se atreviera estando
sus amigos ahí. Me dice, —Abre tus piernas, para que siga agarrando tu chocha. —Si
lo regañé, como haciéndome la indignada, sus amigos viendo. Pero prácticamente se
me subió encima, comenzó a besarme el cuello y tocarme las tetas. De un jalón
me bajo el escote sacándome los pechos, y comenzó a chuparlos. Y me dijo, —No
te preocupes mamá (ya me decía mamá desde entonces) mis amigos no me creen que
cogemos. —Ahí me di cuenta que les contaba a sus amiguitos nuestras aventuras. Al
parecer no le creían.
Yo ya excitada sintiendo los chupetones de pezones. Pero reaccioné y abrí
la puerta y como pude salí del coche. Me subí el escote de la blusa de nuevo. Pero
el se salió sin pantalones, le dije que se los pusiera, podría pasar alguien.
Pero se me pegó por detrás, me levantó la falda y comenzó a untarse en mis
nalgas. Luego se agachó a hacerme un lado el calzón y hundir su cara en mi culo
para comérmelo. Yo entre excitada, pero tambien no creyendo que un chico de su
edad se atreviera a tanto. Y les dice a los otros dos —¡amigos! ¿No quieren ver
el culo de mi futura mamá?
Los otros dos como tímidos, pero se asomaron a ver como Benja me comía el
culo. Luego me baja el calzón y les dice —acérquense, apesta rico jajaj no sabia
si ofenderme o agradecerle. Pero los otros chicos solo miraban, estaban
nerviosos. Pero les dije —Adelante bebes, pruébenlo. —Y asi se acerco uno a
meter su cara en mi culo. Yo excitada, viendo como los tres experimentaban con
mi culo y panocha. Metían lengua, decían que sabia acidito. Yo me abría las
nalgas para que me comieran tambien el culo. Me mojaba cuando volteaba a
verlos, yo empinada y sus ojitos mirándome, asomándose sobre mis nalgas,
mientras me comían el culo.
Les dije que metieran su verga, pero sin quitarse los pantalones, por miedo
a que alguien pasara. Primero uno, pero no alcanzaba a meterla, estaba muy alta
para él. Por lo que me acomodé abriendo la puerta de atrás, y empinándome sobre
el sillón. Senti la verguita metiéndose, bien rica. Al fin pude gemir a gusto,
mientras el chico metia y sacaba como loco. Benja me abría las nalgas, mientras
su amiguito me cogía, le decía —¡asi amigo! Solo que a mi mami le gusta
despacio. —compartiéndome con sus amigos, diciéndoles como cogerme.
El otro chico había ido a unos metros adelante para vigilar. En eso viene
corriendo diciendo que mi esposo y su amigo regresaban. Se me pasó el tiempo
volando, por lo que me puse de nuevo el calzón y los chicos metieron sus cosas.
Mi esposo y el amigo llegaron junto a un mecánico que los traía en un triciclo.
Pues total, se arregló el vehículo y llegamos a nuestro destino. Yo empapada
entre las piernas y los chicos seguramente con los huevos morados.
Los dos chicos andaban como desesperados, nerviosos, como con ansiedad.
Cada rato entrando al baño de la cabañita. Pero Benja normal, creo que por que
el estaba ya acostumbrado a mí. Los dos hicos creo que no disfrutaron el día. Nadamos
en un cenote, comimos mariscos, conocimos un lugar hermoso donde criaban codornices.
Pero los dos chicos como distraídos, tenían ganas de más.
Pero como las 8 de la noche, mi esposo y amigo se fueron por unas cervezas.
Apenas se fueron, yo me baje el calzón diciéndoles, —¡sigamos bebes! Quiero que
me rompan la panocha ahora mismo, antes que mi esposo regrese.
Ahí en la sala de la cabañita, me puse en cuatro sobre la alfombra. Y de inmediato
uno comenzó a montarme metiéndome su verguita. Los pobres desesperados, ya tenían
las ganas acumuladas. Por eso me gustan de esa edad, no se cansan y siempre
tienen ganas de meterla.
Mi Benja y su otro amigo se turnaban poniendo su verga en mi boca, yo chupándolos.
Miraba al otro chico, todo pegado cogiéndome bien inspirado. Le decía ¡nalgueame!
Y lo hacia bien fuerte. Ahí me corri mojando mas mi panocha. Comenzaron a sonar
las penetradas que me daba. Afortunadamente sentí que ya mero se corría y me separé
poquito y se hizo un lado tirando su lechita en el piso, casi sobre la alfombra
jajaj.
Entonces me subí en el sofá boca arriba, el otro se acercó y le puse las
piernas en sus hombros. Su carita excitada metiéndomela toda. La verga de Benja
en mi boca, ahí sí, primero Benja se corrió en mi cara, como 2 minutos después su
amigo me tiro toda su leche en mi panocha.
Entonces me metí a bañar y los puse a limpiar el desastre en el piso y
checar si no se manchó nada más.
Al día siguiente, no hubo mas acción. Ya que solo pasamos en la mañana con
una señora que cocinaba barbacoa, enterrado y todo. Los chicos ya mas
tranquilos, lamentablemente el amigo de mi esposo se emborrachó bebiendo toda
la mañana. Y de regreso por la tarde, pues tuve que ir adelante y el borracho atrás,
bien dormido junto a los chicos jajaja.
Fue una buena experiencia, igual para los chicos. Ahora tenia tres amantes
que me cogían seguido cuando se daba la oportunidad.
Estás deliciosa mami
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