Hola siguiendo parte 2. Como les comenté, un año cogiendo con don José ahí en
el local del mercadito. En mi casa no se daban cuenta que me escapaba en las
noches y eso que compartía cuarto con unos hermanos mas chicos. Pero me salía en
el patio de atrás, una vez uno de mis hermanos grandes me vio, pero creo que
pensó que iba al baño, estaba en la misma dirección. Del patio de atrás me salía
por un pasillo y todavía tenía que caminar a la esquina donde don José esperaba
en su coche. Me sentía ninja jajaj a veces algunos vecinos estaban despiertos y
me esperaba a que pasaran o me iba por otro lado.
El mercadito era pequeño, es asi como un circulo con locales en ambos lados,
excepto atrás donde descargaban mercancía. Ahí atrás se estacionaba don José y
el de seguridad cómplice nos abría las rejas de ese lado para pasar.
Don José me cogía delicioso en su
local rentado en el segundo piso. Puso hasta unos espejos en las paredes para
vernos coger. Yo chiquita y tremendo oso gordo y peludo dándome, creo que por
eso me obsesioné con ese tipo de hombres. Cuando veo un gordo peludo, lo seduzco
para que termine metiéndomela.
Pasando un año, yo ya con una década+1. Don José me dijo que mi culo ya se
veía apto para recibir una verga. Yo no quería, no por miedo al dolor, era más
por pena a que manchara su espada. Pero él me compro una ducha anal. Bien
pervertido me enseñó como usarla, la agüita purificada templadita. Para eso en
el mercado solo había cuatro baños. Dos debajo de hombres y mujeres para los
clientes, y dos arriba de hombres y mujeres para los que trabajaban ahí. Nos
fuimos al del segundo piso, el de mujeres que estaba mas limpio. Y ahí en un cubículo
me dijo que me desnudara de abajo, solo quedándome con mi blusa. Me dijo que me
empinara y fue metiendo el lavado anal en mi culito y sacando el agua. Simple
agua, pero como ardía esa cochinada como si tuviera caca hirviendo dentro. Me
dijo que esperara, y yo sufriendo como si tuviera una diarrea. Hasta que me
dijo que lo soltara todo en la tasa del baño. Lo hice, salio algo sucio y de
nuevo. Sufriendo un ratote, hombres valoren a las mujeres que les den anal, es
un martirio ese lavado.
Al fin el agua salía limpiecita de mi culo. Don José con jaboncito me lavo
bien el culo y yo aprendiendo para hacerlo sola la próxima vez. Salimos de ese cubículo
y me llevó al lavabo donde me empinó y comenzó a comerme el culo. Me embarró un
chingo de lubricante en nalgas y culo y comenzó a meter su dedo índice despacito.
Pues si sentí rico ese dedito escarbando mi culito, me relajé hasta que decidió
metre tambien el medio, dos dedos. Ahí si comencé a sentir dolor, me dijo que
pusiera flojito el culo, pero yo no podía. Me dijo que era la posición,
regresamos al local donde estaba la cama. Ahí me puso boca arriba con las
piernas bien abiertas hacia adelante, me dijo que me las agarrara y mi culo
quedó bien abierto. Ahí mas lubricante y a seguir metiendo dos dedos, la posición
su ayudó. Pero después de unos minutos anexó el dedo anular como el tercer
dedo. Y de nuevo el dolorcito, le dije que parara, pero me dijo que ya se me
estaba dilatando rico, que aguantara.
Y si, mi culo se estaba abriendo, tremendo agujero jajaja. Cuarto dedo, el índice,
no lo metía todo, le llegaba hasta la mitad de los dedos abriéndome el culo. Todo
eso si nos llevo como 40minutos creo, ya no sentía el culo, lo tenía como
entumido. Se fue quitando su pantalón diciendo que ya estaba lista para recibir
verga. Sin cambiar se posición, puso lubricante, me apretó más las piernas contra
mi sacándome mas el culo. Y el comenzó a meterme su verga en mi culo abierto.
Su verga si la andaba sintiendo dolorosa, le dije que parara, pero el siguió cogiéndome,
quise quitármelo, pero no podía, bien gordo, pero quedó agachado rompiéndome el
culo mientras yo batallaba tratando de liberar mis piernas que tenía hacia mí.
Yo le gritaba que pare, y el gimiendo como toro metiéndomela duro, abriéndome mas
el culo. Fue gracias a que tocaron la puerta que paró, el preguntó quién, dijo
que era el de seguridad. Fue a asomarse en la puerta, mientras yo me sobaba mi
culito abierto.
El de seguridad fue a decirle que no hagamos escándalo, que mis gritos se
escuchaban hasta abajo. Cuando se fue el de seguridad, como que don Jose poseído
volvió a la normalidad. Me pidió disculpas, yo ya no quise coger, me dolía
mucho el culo. Don José hasta me puso una como pasta que por que si me saco
hasta sangrita.
Me llevó a mi casa, al día siguiente si me dolía al evacuar. Pero no pasó
nada grave, quedó en que de vez en cuando me dilataría con los dedos, hasta que
me acostumbrara. Pasaría como dos años hasta recibir mi segundo anal, ya luego
llegaremos a ese punto en relatos futuros o eso espero.
Volviendo a esos dias. Luego en el día me topaba con el de seguridad cuando
acompañaba a mi mamá al mercado o cuando iba por un mandado, no estaba lejos de
mi casa. Y se me quedaba viendo y yo hacia como que no lo veía. El sabía mi
sucio secreto y me daba pena jaja y don José en el día en el mercado, como si
no me conociera. Pero bien que experimentaba con mi culo en las noches.
Una noche llegamos al mercado como siempre y el de seguridad diciéndonos
que ya no nos dejaría pasar. Y don José tratando de convencerlo, sacaba hasta
algunos billetes, pero el de seguridad diciendo que no iba a arriesgar su
trabajo y puede que hasta se malinterpreten las cosas y piensen que estaba
involucrado en algo chueco con una Decadecana+1 jajaj
Y don Jose rogando de hazme el paro y el de seguridad fuerte sin ceder.
Regresamos al coche y don Jose me dice, este cabrón ya se lo que quiere y ya no
es lana. Y yo ¿qué? Don José me dijo que el de seguridad me quería probar
tambien. Y yo vi al de seguridad, un señor tambien como de 40, flaco medio
pelón. Y yo le dije a don José, si no te molesta yo lo hago. Y él me dijo que,
si estaba segura, le dije que sí. Y se ríe, recuerdo que me dijo; creo que ando
creando a una puta legendaria.
Bajamos de nuevo del coche, de nuevo don José tratando de convencer con un
poco mas de dinero, hasta que el de seguridad ya molesto le dijo que no moleste
mas y que vaya a chingar su madre. Entonces ya no hubo mas opción, me levantó
la falda y apretándome las nalgas le dijo al de seguridad ¿y si te presto un
rato a mi morrita, nos das chance? Y el de seguridad de ¡No mames, tengo una
hija de su edad! Yo me fui bajando mi calzoncito diciéndole, Andele, denos
chance y le presto mi puchita a usted tambíen.
Mi calzón abajo y don Jose abriéndome los labios vaginales diciendo ¡esta húmeda,
aprovecha! Y don José dijo, ya se, yo me voy una hora, te la dejo. Y el
seguridad diciendo que no, que se fuera junto conmigo, pero don José se subió
en su coche, el de seguridad abrió la reja y salió como a detener a don José,
yo aproveché para entrar al mercado.
Don José se fue, y el de seguridad entró y yo esperando en una banca de
cemento que esta en medio del mercado, justo frente a una virgen. Sin
calzoncitos, abierta y mi blusa abajo mostrando pechitos. Se sentó en su silla
de enfrente viéndome y yo jugándome la panochita. Y otra cosa que jugaba mucho
con don José eran los roles, mayormente de lolita sexy, asi sabía que les
gustaba.
Pues sabiendo eso, le dije; Disculpe señor, me perdi ando buscando a mi
mami, ¿me puede ayudar? Y el señor serio. Me puse de pie y me acerqué y le
dije, si me ayuda seré buena con usted. Mi Papá me enseño como agradecer. ¿le
muestro cómo? Y comencé a desabrocharle el pantalón.
No puso resistencia, le saqué la verga y comencé a chupársela. El viendo
como se la mamaba, luego me agarró de la cabeza empujando para que su verga me
llegara a la garganta asfixiándome. Yo atragantándome, pero seguía chupandola.
Tercera verga en mi vida, esta era mas delgada y un poco chueca hacia arriba.
Me dijo, acuéstate en la banca, y me fui a acostar boca arriba.
Él se acercó y comenzó a chuparme la conchita. Se quitó el pantalón, la
banca era delgada, se montó en la banca, un pie en el suelo, otra con rodilla
en la banca y su verga en mi cara, comencé a chupársela nuevamente, jalándosela
y succionando. El se inclinó y comenzó a comerme la conchita haciendo un 69. Yo
a lengüetazos de la punta de su pito, hasta el culo. El hasta se sacudía
diciendo que no se imaginó que fuera tan putita.
Comenzó a lo que yo le llamo cogerme por la boca. Ya saben, yo boca abierta
y el metiendo y sacando su verga dentro. Luego se detuvo y se sentó en la banca
y me pidió que me sentara encima. Lo hice clavándome despacito en su verga, el metiéndola
en mi conchita. Ahí comenzó la cogedera con el de seguridad. Lo bueno que era
ateo, ahí frente a la imagen de la virgen tomándome de la cintura y clavándome en
su verga. Yo gimiendo viendo las estrellitas del cielo jajaj porque en medio del
mercado no había techo.
Esa verga curveada se sentía bien rico, o es mi imaginación, pero como que
me estimuló más rápido por dentro. Sentí que me iba a correr y apreté mas
fuerte tratando de aguantar, pero estaba rico que no aguanté y saqué mi agüita,
el cogiéndome sin detenerse. Me preguntó si don Jose me tiraba lechita adentro,
le dije que si, pero por que estaba operado, le dije ¡si usted esta operado échela!
El sudando sin dejar de penetrarme, pero
me dijo que no estaba operado. Y me dijo que me quitara de encima.
Cuando me levanté me inclino viéndome el culo y la conchita y comenzó a jalársela
hasta que tiro su lechita en el suelo. Finalizó con un beso en la nalga. Luego
me dio un consejo jajaj, me dijo no confíes en nadie, bien pude decir que
estaba operado con tal de vaciarme dentro y luego embarazarte y nunca volverme
a ver. Analice sus palabras tenía razón, bueno con don José un año cogiendo y corriéndose
dentro, si andaba operado. Pero si era bueno que, si apenas conocía a la
persona, no dejar que me lo echara dentro.
Llegó don José, y el de seguridad ya nos dejó subir. Me lave mi cosita en el baño para dárselo a don José. Después de eso ya no volví a ver a ese de seguridad, supe su nombre por don José que me dijo que se llamaba Felipe. Surgió un problema, un nuevo de seguridad llegó y para colmo era vecino del barrio. Al parecer los propietarios de los locales quisieron alguien de confianza cuidando ahí. Entonces don José no quiso arriesgarse y volvimos un par de veces en la casa abandonada en el día, pero andaba buscando otro lugar seguro para coger.